jueves, 28 de abril de 2011

Pipas de girasol

 

“El mayor éxito de las sociedades totalitarias es hacer pensar a la gente que no es nada, que haga lo que haga nada va a cambiar"

Hijo de un poeta represaliado durante la Revolución Cultural, Ai Weiwei (Pekín, 1957) nos sorprendió en la última documenta de 2007 cuando se trajo a Kassel a 1001 compatriotas para que conviviesen durante la muestra con habitantes y turistas en lo que llamó Fairytale (cuento de hadas). Este artista trastoca el uso de los objetos y sus significados y trata de desmontar el orden establecido cuestionando las tradiciones. Así en 1995 se fotografiaba dejando caer un jarrón de la dinastía Han. Su labor de activista y denuncia al régimen le han enfrentado a las autoridades de su país, que en represalia en diciembre demolieron su estudio de Shanghái  y en enero se canceló su primera gran exposición en China.

Sunflower (2010) es una escultura enorme que esta formada por millones de pequeñas pipas de girasol. Aunque parezcan idénticas, cada pieza ha sido hecha a mano en porcelana. Lejos de ser producidas industrialmente, son resultado del esfuerzo de los artesanos de la ciudad de Jingdezhen. Esta obra nos obliga a reflexionar sobre el significado actual del "made in China". Hermosa y conmovedora, el concepto va más allá de la experiencia de caminar sobre las pipas. Aquí se nos plantean aspectos relacionados con la insignificancia del ser humano, su papel en la sociedad y la necesidad de actuar todos juntos para cambiar el mundo, preservar el medio ambiente y gestar el futuro.

Sin noticias de Ai Weiwei detenido e incomunicado desde el 3 de abril, sus 100 millones de pipas se exhiben silenciosas hasta el 2 de mayo de 2011 en la sala de turbinas de la Tate Gallery de Londres. Importantes instituciones del mundo del arte auspician la recogida internacional de firmas para reclamar su liberación.

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martes, 26 de abril de 2011

El imperio de la fatiga

Cosima von Bonin: Vomiting Chick, 2010

La artista alemana-keniata Cosima von Bonin (Mombasa,1962)  es tan inclasificable como sorprendente. En su obra se plantean aspectos relacionados con el espacio social, la naturaleza de lo lúdico o la identidad individual. Esceni- fica historias colectivas o personales e indaga en los elementos culturales que las determinan como la televisión, la música techno o el hip-hop. De este modo explora estas distintas formas de expresión cultural. A menudo colabora con otros artistas, músicos y teóricos, cuestionando la función del autor.

Característicos de su trabajo son los enormes peluches de lana que representan criaturas de colores, animales u hongos. Estas creaciones textiles que nos remiten a la infancia están relacionadas con lo lúdico. En ellas conviven las ideas de juego y aprendizaje. Sin embargo nos miran con escepticismo. Sus posturas y actitudes poco tienen de infantiles y en su esencia nos hablan de la búsqueda de libertad.

En la exposición The Fatigue Empire (2010) en el Kunsthaus Bregenz de Austria podían verse grandes construcciones en madera, coches de cartón tapizados con telas de colores, una escultura homenaje a Martin Kippenberger, así como multitud de sus peluches. Además de la música de Moritz von Oswald, se mostraban también películas de Thomas Bernhard. La artista consigue crear un mundo complejo que recupera lo artesanal y referencia lo cotidiano. Bajo una mirada siempre femenina, humor y crítica se asocian con el fin de incitarnos a la auto-reflexión.
  

jueves, 14 de abril de 2011

La profundidad de las apariencias


"Por lo general la imagen que nosotros damos no expresa que estamos en proceso, que no puede haber una definición estricta de nosotros."

La bilbaína Ana Laura Aláez (1964) se inspira en la música, la moda, la cosmética y los clubes nocturnos. A través de todo este universo generalmente considerado como superficial y efímero reflexiona sobre la noción de belleza, la relación deseo-realidad  y el proceso de construcción de la identidad. En sus instalaciones se entremezclan vídeos, música y objetos con el propósito de implicar al público en su trabajo y ampliar las fronteras del arte hacia dominios periféricos en los que se dan cita la vida y el arte.

En el vídeo Make up sequences (2001) vemos a la artista girar infinitamente como si estuviese siendo modelada en un torno. Emulando el proceso creativo aquí el maquillaje es equivalente a la pintura. Los accesorios muchos de ellos rescatados de obras anteriores se convierten en extensiones de su personalidad. De este modo en cada giro cambia de look una y otra vez. Los sonidos de Girls on Film, su proyecto musical en el que ella pone la voz, crean una atmósfera absorbente. Esta pieza nos habla de las apariencias y es una bella metáfora acerca de las múltiples personalidades que habitan en nosotros.


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sábado, 9 de abril de 2011

Lujo obsceno


"Yo no juzgo con mi cámara, no busco lo que está bien y lo que está mal, eso es algo que dejo al espectador"

El fotógrafo británico Martin Parr (1952) comenzó a retratar a principios de los 80 la forma de vida en la era Thatcher prestando especial atención al deterioro social y a los problemas de la clase trabajadora. Después ha abordado otros temas como el consumismo, el turismo de masas o la globalización, siempre con un gran sentido del humor y la ironía. Es miembro de la Agencia Magnum desde 1994.

Para dar forma a la serie Luxury (2004-08) ha recorrido durante cuatro años los lugares más opulentos del planeta: presentaciones de joyas en Dubai, desfiles de moda en Moscú, una prestigiosa carrera de caballos en Australia o el salón del automóvil de Pekín. Su mirada nos muestra los aspectos más banales del lujo. Parr tiene la habilidad de colocar la cosa equivocada junto a la cosa correcta, lo grande junto a lo pequeño, lo suave junto a lo áspero. Describe la vida humana tal como es, más que como quisiéramos que fuera. Al mirar estas fotos despierta en nosotros el deseo de saber acerca de los personajes retratados.

Señalar que el significado de esta serie actualmente cambió. La crisis económica ha barrido este escaparate de lujo obsceno, por supuesto no a los ricos, ni el dinero pero sí esta exhibición de exceso. Es triste que nuestra sociedad nos avoque a desear este estilo de vida extravagante. Al final es un asunto de falsedad: falso lujo, falso dinero y falsa felicidad.

Y cabría preguntarse, ¿Qué es lujo para ti?
   

martes, 5 de abril de 2011

Paseando con alguien que no está aquí


"¡Imagínate que vas a dar un paseo con alguien que no está aquí! El juego comienza en el momento en el que tu móvil comienza a sonar. Caminas por la ciudad, la función sucede en el teléfono."

El colectivo teatral germano-suizo Rimini Protokoll realiza desde los años 90 sus propuestas experimentales en las que se confunden veracidad y ficción. El punto de partida de sus proyectos es la vida real. A partir de una situación concreta y un lugar determinado se crea un contexto en el que el espectador se convierte en actor.

CALL CUTTA Mobile Phone Theatre (2005) emplea como escenario un centro de llamadas ubicado en Calcuta en el que grandes empresas globales tienen deslocalizados sus servicios de atención al cliente. En esta performance sonora no hay actores reales. A través de conversaciones semi-preparadas los teleoperadores desde India interactúan y guían a transeúntes por las calles de Berlín durante una hora. Entre ambas personas poco a poco surge cierta confianza mutua y una se deja conducir a través de la otra convertida en un GPS humano ubicado a miles de kilómetros. En cierto momento el caminante es guiado hasta un edificio abandonado y el agente indio le explica que la casa perteneció a su familia  y que la mujer que vive en la acera es su abuela. Este queda desconcertado al ver que la anciana esta tan solo a unos metros de él. Al final del paseo llega al escaparate de una tienda de electrónica de un centro comercial en Potsdamer Platz donde a través de una pantalla de televisión ambos establecen contacto visual.

La tecnología móvil locativa en el mundo globalizado de hoy puede aproximarnos a lo que tenemos cerca, pero también a lo distante. Esta obra estimula  una mayor consciencia hacia las personas anónimas que realizan este tipo de trabajos desde la otra punta del planeta. Difuminando lo real y lo imaginario conecta participantes urbanos y actores teleoperadores, si bien no debemos olvidar que mientras para unos no deja de ser una actividad lúdica para los otros es el trabajo que les da de comer. De lo que se trata es de ampliar nuestra noción de percepción para ahondar en un mejor conocimiento del mundo y en definitiva de nosotros mismos.