sábado, 7 de mayo de 2011

¡Sal de mi cuarto!


"Hay recuerdos que permanecen vivos, a pesar de que la experiencia misma hace tiempo que pasó. Siempre existe la posibilidad de haberlos inventado  uno mismo, y nunca estaremos seguros ya que no se pueden verificar."

El artista georgiano Andro Wekua (Sochumi, 1977) abandonó su país a los 15 años a causa de la guerra civil. Actualmente reside en Zurich. Sus instalaciones, collages y películas se encuentran a medio camino entre el Este y el Oeste. Profundamente narrativas, sus composiciones son una combinación inquietante de pasado y ficción. En ellas se abordan cuestiones relacionadas con el modo en que llenamos los vacíos de nuestra memoria, la mezcla de recuerdos subjetivos y documentos históricos o el papel de la fantasía en estos procesos.

En la instalación Get Out of my Room (2006) vemos la figura de un jóven en una habitación cerrada sentado con los pies sobre una gran mesa en la que hay un mapa imaginario. Sobre las paredes como si de una celda se tratase cuelgan sus propios cuadros. El ambiente es sombrío y misterioso, cercano al cine de terror. Aunque destinado a ser expuesto y mirado por el público la figura al no tener ojos se resiste a ello. Este trabajo aborda dos contrarios: lo mítico y la reclusión claustrofóbica.

Aislamiento e introspección nos producen la ilusión de protegernos del mundo. La riqueza de los pensamientos íntimos nos hace autosuficientes, sin embargo nos genera cierta inquietud el hecho de que la armonía con uno mismo nos condene a la soledad. Pero la introspección es algo más que amor propio, es también la evocación de la memoria que puede a veces sanar o bien convertirse en obsesión y melancolía.
   

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