sábado, 16 de julio de 2011

Algunas veces el hacer algo no lleva a nada


"Un viaje implica un destino, muchas millas que consumir, mientras que un paseo tiene su propia medida, que se completa en cada punto del camino”.

Francis Alÿs (Amberes,1959) camina mucho. Camina por las calles de Ciudad de México dónde vive desde hace casi veinte años o por cualquier otra ciudad del mundo. Observa con distancia para situarse en un contexto periférico, lejano y melancólico en el tiempo. Lejos de describir con exactitud cada caminata, transforma la misma en un catalizador de historias a caballo entre la realidad y la ficción. Caminar, cargar, mover y transportar son las constantes de su tránsito por el arte y por la vida. Así su trabajo puede ser tan monumental como mover con ayuda de 500 personas una inmensa duna de arena en Lima, tan efímero como remitir una postal o tan irónico como enviar de simbólico emisario a un pavo real a la Bienal de Venecia.

En 'Paradoja de la Praxis 1: Algunas veces el hacer algo no lleva a nada.' (1997) le vemos empujar durante horas por las calles un enorme bloque de hielo. Poco a poco se va derritiendo dejando tras de sí un rastro de agua. El artista interviene directamente en su entorno despertando la curiosidad y la reflexión del espectador acerca de la práctica de entregar bloques de hielo en los comercios y estanquillos de Ciudad de México. En su marcha errante va descubriendo personajes y situaciones que llaman su atención. Al tiempo se interroga sobre dónde y cuando se origina esta costumbre, porque sigue haciéndose, que necesidad cubre y que representa su presencia en la interpretación del espacio urbano. Lo importante es que esta acción da visibilidad a esta entrega que diariamente se realiza de forma anónima y casi invisible.

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1 comentario:

  1. Maravillosa la exhibición 'A Story of Deception' que el MoMA de NY dedicó a Francis Alÿs esta primavera.

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