sábado, 11 de junio de 2011

Pieza de disparo


“La tensión mental que asumo para controlar mis performances es el eje de la acción, no la violencia que la acompaña.”

El artista Chris Burden (Boston, 1946), se hizo muy conocido a principio de los años 70 a través de sus performances profundamente trasgresoras en las que la idea del peligro personal como expresión artística fue central. Después de 1975 tras ejecutar casi setenta performances diferentes comenzó un período en el que creó instalaciones y esculturas que cuestionan la ciencia y la política.

En todo su trabajo existe una preocupación por las formas de poder. En un intento de descomercializar la producción artística, sus acciones cuidadosamente construidas son una mezcla de concepto, desarrollo y el resultado. El uso de la violencia en su obra además de reflejar a nuestra sociedad es un mecanismo físico que utiliza el artista para controlar el destino, generalmente incontrolable.

En Shoot (1971) pidió a un amigo que le disparara en el brazo izquierdo desde una distancia de 5m. Preocupado por la intromisión de los medios de comunicación la acción se desarrollo en un ambiente privado. El publico conformado únicamente por algunos amigos artistas juega un papel relevante. La proximidad incitaba a evitar el suceso sin embargo los observadores como conocedores del arte que además comprendían sus intenciones, tuvieron que suprimir sus instintos y participar en la violencia. Elegante y precisa, esta obra de la que apenas quedaron unas cuantas fotografías, aunque minuciosamente planeada no estaba exenta de peligro. A pesar de su sencillez y brevedad, toca la misma esencia de la vida y casi cuarenta años después sigue siendo controvertida. Mientras las pistolas existan será recordada.
  

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