sábado, 23 de julio de 2011

El lugar último es el lugar mismo


"Reivindicar la necesidad del propio lugar como el lugar último, más allá de su representación. Lo real más allá de su imagen"

Carlos Irijalba (Pamplona, 1979) trabaja en proyectos que ahondan en el choque entre lo humano y lo natural. A través de fotografías, videos e instalaciones trata temáticas como la manipulación que el hombre hace del medio ambiente, la experiencia relativa del tiempo y el espacio y la construcción colectiva de lo real.

El proyecto Twilight (2009) se desarrolla en dos fases. La primera se realizó en el campo de El Sardinero en donde tomó varias imágenes nocturnas con los focos del campo de futbol encendidos, pero con una de las torres apagadas. Se generó así un espacio oscuro, inexistente a nuestra vista, que dejaba de ser apto para la creación de un espectáculo. La segunda parte del proyecto consistió en trasladar una de estas torres de 17 metros de altura y 11.000 watios de luz  a una de las últimas selvas de Europa, la de Irati en el norte de Navarra. Este lugar que desaparece en el momento en el que la luz natural deja de existir, revivió durante las noches que fue iluminado. Así, trasladando un elemento propio del entorno urbano al natural, llevando la electricidad al bosque, nos ofrece la posibilidad de experimentar en condiciones extraordinarias el lugar en sí.

Más allá de lo anecdótico, el proyecto analiza el modo en que Occidente construye un circuito de lo real a través de la luz en contraste con Oriente, mucho más consciente de la sombra. El fuego como primer artificio y más tarde la luz artificial han simbolizado el lugar de la transformación. El espectáculo ha heredado estos espacios y sus cualidades. La representación del lugar es por tanto insuficiente y se hace necesario lo real más allá de su imagen.

   ver video
     

No hay comentarios:

Publicar un comentario