lunes, 28 de febrero de 2011

¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?


"Para que una mujer pueda siquiera optar a tener una carrera -ni hablar de una carrera de artista- ha sido necesario una cierta cantidad de individualidad, tanto en el pasado como en el presente."

Linda Nochlin (Nueva York, 1931) es una reconocida historiadora de arte, profesora de universidad, escritora, comisaría de exposiciones y también artista. En 1971 publicó en la revista ArtNews un texto bastante extenso, con el título “Why Have There Been No Great Women Artists?” (¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?). Se considera unánimemente que este ensayo marcó el inicio de la crítica feminista en la historia del arte. En él examina detalladamente los aspectos sociales que han impedido a las mujeres desarrollarse plenamente en el terreno del arte.

¿Por qué se ha producido esta situación? No pocas veces se ha argumentado que no ha habido grandes mujeres artistas porque son incapaces de grandeza. "Si la mujer tuviese el don de la genialidad artística, este se revelaría. Pero nunca se ha revelado, luego no lo tienen". Realmente todo esto ha sido intencionadamente falsificado. Los que tienen privilegios, inevitablemente, se aferran a estos, y los abrazan fuerte, no importa lo marginal de la desventaja que suponga. Que las mujeres no hayan podido ser grandes artistas no se debe a que carezcan del elemento innato de la genialidad, sino al hecho de que la práctica artística es fundamentalmente social y ellas han carecido del apoyo de sus familias, de una educación adecuada y del reconocimiento de las instituciones. 

A pesar de las dificultades algunas mujeres han logrado sobresalir. Sin embargo, Nochlin denuncia el olvido tanto en la historia general, así como de la historia cultural y del arte en particular, al que han sido sometidas. Así, la gran Artemisia Gentileschi (1593-1654) ha sido excluida de la narración histórica por el hecho de ser mujer y también por ser hija de un artista, entonces, los historiadores incluyen al padre y marginan a la hija. 

Un factor determinante en todo este proceso ha sido la formación. Desde el renacimiento hasta el siglo antepasado el estudio del desnudo era esencial para la formación de los artistas. Lamentablemente a la mujer se le ha negado la disponibilidad de modelos tanto masculinos como femeninos y esto la ha colocado en una posición de inferioridad.  Por otro lado, las "aficiones" artísticas de las mujeres fueron  menospreciadas. En torno a 1850 un libro anglosajón de consejos populares advertía a las mujeres contra la trampa de pretender sobresalir en cualquier materia. "El verdadero trabajo de la mujer es solo aquel que directa o indirectamente sirve a la familia". La elección por una mujer de una carrera en lugar del matrimonio exigía como precio la renuncia a un compañero y soledad como precio del éxito. 

Ejemplos como el de Rosa Bonheur (1822-1899) nos ayudan a entender la situación de otras mujeres artistas. En su tiempo el auge de la burguesía aumento la demanda de pequeños paisajes y naturalezas muertas para sus salones y esto favoreció que esta hija de un maestro de dibujo empobrecido obtuviese cierta fama. Debido a su espíritu independiente y libre se gano la etiqueta de marimacho. Adoptó un aire masculino en sus vestimentas y el uso de pantalones chocó con los prejuicios de su época si bien ella defendía que simplemente era su uniforme de trabajo. Su persistencia y obstinación le ayudaron siempre a salir adelante.

¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas? Responder a esta pregunta supone admitir la privación y desventaja de partida de la mujer que le han impedido alcanzar la excelencia artística o el éxito. Si bien algunas lo lograron, al esfuerzo de su trabajo añadieron la dificultad de la lucha contra demonios interiores, la duda y cierta culpabilidad. Desventaja puede ser una excusa, pero no es sin embargo una postura intelectual. Las mujeres han de dejar de lamentarse, destruir las falsas consciencias y participar en el cambio de las instituciones. Esto es un desafío abierto a toda persona, hombre o mujer suficientemente valiente para correr el riesgo necesario, de dar un gran salto hacia lo desconocido.

    texto íntegro
   

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